Una vez nos hayamos juntado ese
grupo de personas con ilusión por iniciar una tertulia
tenemos que elegir entre todas y todos un libro de la literatura
clásica universal. Cada persona puede proponer una obra
y explicar al grupo que es lo que sabe de ella o por qué le
gustaría leerla para así poder tener algún
criterio para elegir la lectura. Cuando la obra ya está elegida,
se decide también entre todas y todos cuántos capítulos
o páginas se van a leer para la próxima semana.
En la siguiente sesión, una vez leído
durante la semana lo acordado, las personas que hayamos elegido
párrafo lo expondremos y explicaremos por qué lo
hemos elegido. Después, las personas que queramos decir
algo en referencia a ese mismo párrafo o a la intervención
de la persona que lo ha expuesto, pediremos la palabra. Se seguirá el
orden de los capítulos o partes del libro. Esto quiere
decir que primero se recogen las palabras de las personas que
tengan párrafo del primer capítulo, después
de cada párrafo del primer capítulo, las intervenciones
en relación a éstos, luego, se recogen las palabras
de las personas que tengan un párrafo del segundo capítulo
y, a continuación, las intervenciones sobre ese párrafo.
Este procedimiento se seguirá hasta que se acabe el libro.
Las tertulias literarias nos reunimos en sesión
semanal de dos horas y el objetivo es dialogar entorno a los
contenidos y los temas que de ellas se derivan, como qué entendemos
por democracia, o posicionarnos ante los derechos humanos...
Lo primero que hacemos al reunirnos si se ha acabado de leer
una obra es una ronda de palabras dónde cada persona da
su opinión general, aunque nadie está obligado
a intervenir.
En la tertulia literaria no pretendemos descubrir
y analizar aquello que el autor o autora de la obra quiere decir
en sus textos si no que queremos fomentar la reflexión
y el diálogo a partir de las diferentes y posibles interpretaciones
que se derivan de un mismo texto. En esta manera de tratar la
literatura se encuentra la riqueza de la tertulia. Leer no es
suficiente, hay que hablar sobre el tema que se ha leído,
para poder llegar a un conocimiento de nuestro comportamiento
en la vida social, por medio del reflejo que proyecta la literatura
en nuestras vidas.
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